jueves, 6 de diciembre de 2007

El actor más pavisoso (sin permiso de Steven Seagal)

Si hay una gran cantidad de actores pavisosos, tales como Charles Bronson, Steven Seagal o Chuck Norris (aunque Chuck Norris no interpreta, muestra su día a día) hay que destacar uno que no se dedica a hacer pelis de ostias y demás. Es el caso de Joseph Fiennes.

Este tío hace pelis que son buenas pero que él las destroza con su presencia. No expresa risa, ni preocupación ni ná de ná, solo pone cara de cordero degollao y ahí tenemos que interpretar si la escena es de risa, es dramática o le están metiendo un bate de beisbol por el culo. Ah! Además se caracteriza de hacer papeles biográficos, como Shakespeare o Lutero... y ahora Vivaldi (miedo me da).



El juego de las diferencias. ¿Fácil, verdad?



Por ejemplo, en la peli de Lutero (es que es la que tengo más reciente). ¡¡Se pasa todo el largometraje con cara de despistado o, simplemente, de gilipollas!! Si el tío ya tiene cara de pánfilo... pero es que ya es el colmo, yo creo que Martin Lutero estaría todo el día cabreado porque la Iglesia le mete de palos... ¿pero nuestro querido Joseph? Se la suda. La expresión de la cara es la misma en estas situaciones (OJO: no es spoiler, es historia pura y dura, vamos, que se debería saber...):

1. Cuando cuelga en la puerta de la Iglesia las 95 tesis. Está totalmente dormido, con desgana, como diciendo: "joder, con las pocas ganas que tengo de clavar un cacho papel... a ver si hay una black&decker". ¡Qué estás retando a la Iglesia, ostias! Joseph sabe que ese papel lo acaban de imprimir en una Epson Multifunción y que lo único que hay escrito son los mandamientos de la Ley de Chuck Norris.

2. Cuando tiene que defenderse ante Carlos V y el Príncipe de Sajonia por sus 95 tesis. Igual de desganao, hablando sin apenas mover la boca... con cara de "madre mía lo que me he esnifao". El pequeño Joseph comprende que la mejor interpretación está en no hacer nada y que el público vea la cara que quiera ver (de las enseñanzas seagalianas). Lo mismo cuando está hablando con un cardenal, que le pide que se retracte y el amigo Joseph está repitiendo el guión como si lo acabara de memorizar.

3. Cuando ve el pueblo de Worms (creo) masacrado por la matanza entre fanáticos protestantes y católicos, con peña muerta por todas partes. Una persona normal estaría conmocionada, triste, llorando... A Joseph no le afecta. Es un tío duro de los que ya no quedan y sabe que en realidad no están muertos, que están maquillados y con los ojos cerrados. Nos ha jodío, Joseph, no te dejes engañar por esos extras de tres al cuarto.

4. Cuando le dan la noticia de que todos los príncipes de Alemania se acogen al luteranismo. No sé, yo soy Lutero y me alegro, doy brincos... he estado 20 años protestando contra la Iglesia de Roma. Pero el simpático de Joseph sigue en sus trece. Su cara es de "ah, cojonudo... guay", además de asentir un poquito con la cabeza. Como si le dijeran que han abierto un Carrefour antes de llegar a la rotonda del pueblo.

5. Cuando en la celda del monasterio habla solo, que si el diablo por aquí y por allá. ¿Se ha fijado alguien en la cara que pone? Forzada a más no poder, es más, con grapas en los ojos para que estén más cerrados y cera caliente en la boca para que no la cierre. Pero no logra convencer. Joseph comprende que eso de ponerse a gritar no es lo suyo y prefiere sentarse en el water y no para cagar precisamente.


Y más que me quedo en el tintero, pero vamos, que es en tooooodas las películas igual. ¿Alguien ha visto sonreir a Joseph Fiennes más de 0.5 segundos (que encima parece que le cuesta sonreir)? Me imagino que está en el mundo del cine gracias a su hermano Ralph Fiennes, pero es simplemente coger una peli en la que salga él y comprobar de que sobra. No el personaje, sino él, y además deseando de que le pase algo para que no vuelva a aparecer.




Haciendo justicia

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