La serie Eriko comenzó a emitirse en la Tetacinco, es decir, en el año 90-91. Un anime que relataba la vida de una niña, cómo consigue hacerse un hueco en el mundo de la canción, las penurias que pasa... En fin, era un anime principalmente shojo, pero del shojo antiguo, no del que hacen ahora que es bastante penosete.
Lo bueno de esta serie, es que Eriko Tamura existía de verdad. El personaje está inspirado en la que es quizá la mejor idol que haya habido en Japón (aunque la historia en sí dudo mucho que le ocurriera); recordemos, que las idol son flores de un día: comienzan a los 14 años y a los 16 (si no antes) son olvidadas por completo. Eriko es la única que ha tenido una carrera después de ser idol allá por los 80 y con proyección internacional; actualmente, ha participado en la serie Héroes, encarnando a la novia de Hiro Takamura (no he visto nunca la serie, tan solo me he informado) y también ha participado en esa futura aberración que es la película de Dragon Ball. Y más cosas, más cosas ha hecho la muchacha.
Japón y el arte del fiel retrato
Eriko cantaba; el anime iba de una cantante: ¿había canciones? Pues claro que las había. Canciones cantadas por nuestra Eriko. Y estaban bastante bien, la verdad. No era la típica voz de chica japonesa, es decir, muy aguda y que parecen todas iguales. Era una voz bonita y las canciones estaban bien chulas. Quizá queden desfasadas a día de hoy, pero, ¡qué coño! ¡A mí me siguen gustando!
La primera canción que aparecía en la serie, y que a Eriko le dio más que un quebradero de cabeza, fue "Locomotion Dream", compuesta por sus padres (que también fueron Idols):
Japón y el arte del fiel retrato
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