martes, 12 de agosto de 2008

Vuelvo de vacaciones

En realidad volví hace unos días, pero como no sabía qué contar (ni aún lo sé) pues empiezo más tarde. Bueno, primero hablaré de Egipto.
Huelga decir que todo ha sido impresionante, y que he aprendido muchas cosas a diferencia de cuando estaba en clase y daba lo mismo. Pero... no voy a tratar de monumentos, edificios, templos o palacios, sino... ¡sobre Egipto en sí!

-No hay pasos de peatones. No existen. Si quieres cruzar, cruza cuando no venga ningún coche (coche, carro, camello) a 120 por hora. Y si eres osado, cruza cuando haya muchos medio parados.

-Que los semáforos no existen tampoco. Bueno, sólo vimos dos y de esos que son pequeñitos, a pie de acera como para controlar un poco. Pero ya está.

-Que donde van dos en una moto, pueden ir tres. Unas pocas de veces vimos a locos egipcios en plena carrera.

-Y que donde caben dos coches en sendos carriles, puede llegar un tercero e ir en medio de los dos. Increíble que no haya accidentes a menudo...

-Que hay dos tipos de autobuses: uno para hombres y otro para mujeres y niños. Si una mujer osa entrar en el de hombres, tenga por seguro que saldrá embarazada.

-Y hablando de autobuses, los autobuses urbanos son furgones, salvo que tienen ventanas a los lados. Algunos más grandes, están destartalados, con las puertas traseras abiertas.

-Que entre coches y motos, también tienen cabida los carros por caballo y los camellos. Camellos menos, la verdad.

-Que El Cairo es muy feo. Se combina rascacielos-rascacielos-rascacielos-chabola-chabola-rascacielos. Es decir, el paisaje no va cambiando paulatinamente, sino que de golpe a porrazo hay una casa medio destruida, pero con parabólica.

-Y lo de las parabólicas es porque, aunque las casas estén hechas una verdadera pocilga, ese elemento no puede faltar. ¿Y para qué? Para ver porno en familia. Sí, todos juntos, como quien va a ver una gala de José Luis Moreno. Esto se debe a la represión que hay. Y el porno es el más guarro que alguien se pueda imaginar...

-Que los agobios por las calles hacia los turistas son constantes. Te agarran del brazo (sobre todo a las chicas) y acosan para que compres sus cosas. Y hay que regatear y no dejarse engañar como a los guiris (logramos bajar precios de 30 a 5 euros). La verdad es que eran pesaos de cojones y lograban poner de mala ostia... La frase más escuchada fue "un euro sinió, un euro, amigu".

-Que no se puede pasar por donde mataron a Annuar El-Sadat, porque hay riesgo de detención y quizás cárcel. Hay dos "polis" vigilando con una valla.

-Que Mubarak tiene unos carteles muyyy cutres, con rayos japos de fondo y photoshopeado hasta el límite, pero photoshop malo además. Quizá sea con el Paint.

-Y hablando de carteles, no tendrán luces para semáforos, pero sí para carteles gigantescos luminosos a ambos lados de la carretera. Ni que fuera la Quinta Avenida o Broadway...

-Que el aeropuerto de El Cairo, pese a ser internacional, es una auténtica mierda. Eso sí, lleno de jeques por doquier.

-Que los bancos no tienen cajas fuertes. En su defecto es un cajón de madera con todos los billetes mezclados (dólares, euros, libras egipcias...). Y a veces no tienen cambio. No aceptan monedas, solamente billetes. Es decir, das lo justo o das lo justo, porque si no, a joderse.

-Que de España solo sabían del Barça, Ronaldinho, Eurocopa... y cuando no comprábamos nos decían "¡España tacaña!" o "¡Catalanes!", amén de insultar en su idioma. ¿Quién dijo racismo en nuestro país única y exclusivamente?

En fin, eso es de todo lo que me acuerdo. Es un aviso para aquellos que no hayan estado, y para los que sí, simplemente que lo recuerden, como hago yo.


Hasta la próxima, aaaadiós.

1 comentario:

Aitor dijo...

Los edificios del Cairo son como el tono voz de un adolescente: ahora alto, ahora bajo. Serían perfectos para un juego de plataformas XD.

Anda que no son sobones y guarros los jodios egipcios.

En fin, sólo me queda una cosa que decirte, cariño: 1 euro siñoraaaa!